Verdades de Pascua

Es común escuchar que Pascua dañó o removió glaciares, pero es falso. Su construcción no los afectó y la sanción recibida fue cumplir solo parcialmente las mediciones y monitoreo comprometido inicialmente por las duras condiciones climáticas del lugar. Esto se puede corroborar en las sanciones de los tribunales ambientales.

Como en todo los andes áridos, incluso en zonas sin minería, los cambios en glaciares se explican principalmente por factores de clima y temperatura.

Barrick continúa su compromiso con la comunidad y reconocemos la importancia de seguir fortaleciendo las relaciones con la comunidad y el país.

Nuestro compromiso es con todas las comunidades de la zona y las comunidades indígenas representan un importante eslabón, que queremos asegurar que participen del cierre con una consulta indígena. Además, aún durante esta etapa queremos contribuir al desarrollo de la comunidad con programas como Emprende Alto. Una iniciativa colaborativa creada por Barrick, apoyada por un Comité de Desarrollo Comunitario, que ya benefició a 347 emprendedores de Alto del Carmen mediante asistencia técnica, capacitación, acompañamiento, orientación para postular a fondos públicos y asignación de recursos monetarios de manera directa.

La construcción de Pascua se suspendió en 2013 y nunca llegó a extraer oro. El túnel que se construyó para la cinta transportadora está sellado, tal y como las autoridades y los vecinos han podido corroborar.

El agua no tiene impactos. Barrick cuenta con datos públicos y en línea que lo miden. Además, ha mantenido funcionando el sistema de manejo de aguas y la planta de tratamiento.

Muchas mediciones de los últimos 10 años de la calidad de agua y la observación de las condiciones hídricas al pie del proyecto concluyen que no hay drenajes superficiales ni infiltraciones que alteren la calidad natural del agua.

Pascua nunca se terminó de construir y no extrajo oro. En 2013 la construcción se detuvo con sólo el 13% del rajo y 1% del depósito de estériles respecto al tamaño proyectado.

El cierre de Pascua que comenzó hace tres años para terminar este capítulo de la mejor manera posible. El progreso ha sido observado por autoridades y visitas. El paso siguiente es un Estudio de Impacto Ambiental que trace la hoja de ruta para restaurar el ambiente y específicamente el curso de las aguas a la condición natural que tendrían si Pascua no estuviera. Ese plan permitirá retirar toda la infraestructura que queda e interfiere artificialmente el recorrido natural del agua, monitoreando su calidad con la participación de vecinos y autoridades, y usando la planta de tratamiento como respaldo hasta asegurar los parámetros de calidad esperados

Hoy el agua en la zona, con o sin el proyecto, tendría cambios por las condiciones climáticas y los ciclos hidrológicos. Esto es comparable con otras fuentes de agua que han cambiado, aún sin influencia alguna de la actividad minera.

A futuro el Estudio de Impacto Ambiental se propone un cierre que permita restaurar el ambiente y específicamente el curso de las aguas a la condición natural que tendrían si Pascua no estuviera. Esto se hará con el control participativo de las comunidades, la aprobación de las autoridades y la permanencia de la planta de tratamiento de aguas como respaldo hasta que alcancemos los parámetros naturales esperados en el agua.

Es natural que muchos cursos de agua en la cordillera tengan alto contenido de minerales como se presentó en los estudios previos al proyecto.

Es decir que ya existía un riesgo asociado a la ingesta prolongada de agua de la zona por concentraciones naturales y Pascua no tiene una relación causal con esa condición del agua.

Sí, es correcto. Con la aprobación del EIA, buscamos restablecer el área y el curso de las aguas a la condición natural que tendrían sí Pascua no estuviera. Proponemos retirar la infraestructura que interfiere artificialmente el flujo del agua, monitoreando su calidad con la participación de vecinos y autoridades. Conservaremos la planta de tratamiento como respaldo hasta asegurar los parámetros de calidad de agua esperados.

Completar el cierre podría tomar cerca de 10 años entre aprobaciones, obras y monitoreo ambiental. Será un proceso en etapas, participativo y transparente con las comunidades, escuchándolas, atendiendo sus preocupaciones e involucrándolas de manera activa, con el seguimiento y aprobación de las autoridades.

Desde 2019 Barrick empezó una nueva etapa donde En todo momento el diálogo con la comunidad ha sido la prioridad. El cierre de Pascua es un proceso que venimos adelantando en alianza con las comunidades, escuchándolas, atendiendo sus preocupaciones e involucrándolas de manera activa.

Por ello, hemos trabajado en diferentes programas como Emprende Alto, el Programa De Participación Ciudadana Anticipada “Ven y Passa”, y los fondos de Emergencia Social y de Desarrollo Socioambiental que han impactado a más de 1,000 vecinos de Alto del Carmen.

El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) es el instrumento necesario para lograr el cierre de Pascua en Chile y acatar el de las autoridades.

La construcción de Pascua se detuvo en 2013 con un 13% de la superficie que ocuparía el rajo y se depositó menos del 1% del material previsto en el depósito de estériles. El plan de cierre aprobado no es practicable porque consideraba una mina luego de 15 años de faena minera. El estudio busca, considerando las condiciones actuales, restaurar el ambiente a su condición natural y restituir de manera controlada las aguas a su cauce y flujo natural como si Pascua no estuviera.